El mapa del AVE en España registra nuevos avances. El Gobierno parece haber asumido la evidencia de que Barcelona y Valencia deben estar unidas por el tren de alta velocidad. Lo prometió la vicepresidenta en la pasada campaña electoral y lo ha confirmado el Ministerio de Fomento, aunque con la prudencia lógica de un momento en el que sus altos cargos están en funciones. La unión de las dos áreas metropolitanas más potentes del Mediterráneo es lógica, una vez que el Gobierno de Zapatero tiene operativas, en obra o en proyecto las conexiones ferroviarias de alta velocidad desde Madrid con la práctica totalidad de autonomías, entre ellas la extremeña. Era ilógico que el AVE conectara Madrid con Valencia, Alicante, Murcia y Castellón, y no siguiera hasta Tarragona-Barcelona. El horizonte que se maneja ahora para la apertura del AVE Barcelona-Valencia es el 2015. Habrá que confiar en que los compromisos que pueda adquirir el Ejecutivo socialista con Cataluña no retrasen la inversión del AVE extremeño, que según la programación presupuestaria de Fomento debería estar en circulación en el 2012, aunque el compromiso político verbal de Zapatero se mantiene en el 2010.