En tiempos de crisis, comparar los precios de los alimentos antes de comprar se convierte en algo esencial. Los primeros datos del Observatorio de Precios del Comercio Minorista, presentados ayer por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, revelan que la diferencia de precios entre las distintas cadenas de distribución puede variar hasta un 19%. Si vamos al detalle, los precios de los pescados oscilan hasta un 74% dependiendo de la ciudad, un 56% la carne y un 61% el pescado. Son datos que invitan a no despreciar la propuesta de las organizaciones profesionales agrarias de aprobar una ley de márgenes comerciales.

Este informe ha suscitado ya numerosas críticas entre las grandes superficies, quienes aseguran que no mide la calidad de los productos ni de los servicios que ofrecen los establecimientos. Además, recalcan que para que la muestra fuera representativa, los datos tendrían que tomarse el mismo día en todas las ciudades y en todos los establecimientos, ya que aseguran que los precios de los productos perecederos varían "de un día para otro" en función del volumen que entra en las lonjas. La crítica es razonable pero no contradice el hecho de que el desmadre de precios va a más.