Catedrático de Economía

Alemania ha hecho un gran esfuerzo para digerir los costes de la reunificación. Ahora, para quitarle grasa a su potente musculatura económica, ese país necesita reformas que le den mayor flexibilidad y que aumenten su potencial de crecimiento económico. Schröder ya tuvo que emplearse a fondo para lograr el apoyo a la reforma dentro de las propias filas de la coalición rojiverde. Ahora ha acordado con los democristianos sus planes de reforma fiscal y, en general, de reformas estructurales. Tras el pacto, la rebaja de impuestos será algo menor y aumentará la flexibilidad laboral. Schröder ha hallado el camino con el diálogo y la negociación, casi siempre obligados en Alemania. Si la economía alemana mejora va a ser una magnífica noticia para todos.