TLtos dos son andaluces y socialistas pero caminan por sendas ideológicas tan distintas que el president de la Generalitat da a Alfonso Guerra por amortizado. Enviar al ocaso al diputado más votado de España tiene sus riesgos. El contrapeso y complemento de Felipe González en la reconstrucción del PSOE llamó la atención, sin nombrar expresamente a nadie, sobre la deriva del PSC por su proyecto de unidad catalana con partidos conservadores para amenazar los Presupuestos del Estado de un Gobierno socialista. José Montilla replicó llamando trasnochado al presidente de la Comisión Constitucional del Congreso que cepilló con tanto cariño el Estatut como para hacerlo transitable.

Lo que está claro es que Montilla, a pesar de sus raíces andaluzas, ama más a Cataluña que al PSOE y que, por el contrario, el exvicepresidente del Gobierno afirma que "se es socialista o no se es". Este dilema solo se podría saldar con dos convocatorias consecutivas y ordenadas por sorteo para averiguar si la diferencia de votos que obtiene el PSC en las elecciones generales y las autonómicas tiene que ver con esa dislexia del socialismo catalán entre lo que representa todavía Guerra y la deriva catalanista Montilla y los líderes del PSC.

Zapatero quiere evitar la confrontación con la Generalitat pero no tiene dinero para satisfacer las demandas de la unidad catalana ni tampoco apoyo en los barones socialistas para establecer una bilateralidad en las relaciones de Cataluña con el Estado que asiente la diferencia entre autonomías de distinto nivel.

Y todo esto en medio de una crisis económica avasalladora cuyo efecto mediático se intenta aplacar poniendo en primera plana el enterramiento digno de los asesinados por el franquismo "que debería haber solucionado la ley de memoria histórica", la muerte asistida y una ampliación del aborto hasta el límite controvertido de 21 semanas de embarazo. Otra vez Zapatero busca que el PP, de la mano de la Iglesia, se tire al monte. ¿Tal vez se añora la crispación? En todo caso, aún Alfonso es mucho Guerra para darle carpetazo.