No ha andado fino en el lío de Marbella el responsable de política municipal de la ejecutiva del PSOE, Alvaro Cuesta Martínez (Oviedo, 28-6-1955). Cuando él ha reaccionado, la portavoz municipal socialista García Marcos ya había mentido a sus cuatro correligionarios del ayuntamiento marbellí diciéndoles que el PSOE apoyaba la moción de censura contra el alcalde. ¿Por qué Cuesta encajó ese gol en propia puerta? Este abogado experto en derecho comunitario no es un político novato. En 1974, siendo líder estudiantil antifranquista en la Universidad de Oviedo, ingresó en el partido del que es diputado desde 1982. Su estrella empezó a declinar en el PSOE asturiano antes de las elecciones del 2000, hasta el punto de no renovar su escaño. Hubo de esperar a noviembre del 2001 para volver al Congreso en sustitución de Martínez Noval, que dejó el hemiciclo para ir al Tribunal de Cuentas.

Cuesta ha resurgido gracias al triunfo de Zapatero en julio del 2000, ya que él era miembro de la corriente Nueva Vía. Uno de los que seguro que no se han alegrado del renacer de Cuesta es el asturiano de adopción Rodrigo Rato, enfrentado al socialista desde que éste denunció hace años el intento de una recalificación urbanística en Oviedo que favorecía a una empresa de la que era copropietario el ahora vicepresidente del Gobierno. ¡Vaya por Dios!