Luis del Olmo (Onda Cero) agotó la crítica al "engendro del planillo Ibarretxe", y preguntó a Carlos Rodríguez Braun por qué estaba tan preocupado por Argentina. Traía respuesta preparada: "Porque la política de Kirchner ha sido hostil a las empresas españolas. No las ha atacado a todas a la vez. Ha sido hábil. No lo ha hecho con Repsol ni Enagás, pero sí con las compañías de agua y de electricidad. Con la idea tan atractiva de echar la culpa al extranjero. Ya sabéis que el mejor amigo del hombre no es el perro, sino el chivo expiatorio". Concretó el ejemplo: "Están echando la culpa de los grandes apagones en Buenos Aires a las inversiones eléctricas en la ciudad, pero ocultan que cuando los políticos argentinos estafaron a sus súbditos también hicieron lo mismo con las empresas compradoras. Les han controlado las tarifas e impedido nuevas inversiones".

En la estela de la corrupción, Del Olmo hizo un requiebro: "Pues algo hay también en Rusia. Han metido en la cárcel al más rico". El preparado era Felipe Sahagún: "Es el joven Mijail Jodorkovski, número uno del petróleo en Rusia, que produce más que Arabia Saudí. En Rusia hay un pacto no escrito entre autoridades y empresarios a tenor del cual los primeros cierran los ojos ante las transgresiones de la ley a cambio de apoyo económico y político de los nuevos mecenas. Jodorkovski no lo ha respetado, ha dado dinero a la oposición y él mismo quiere ser candidato presidencial". Del chivo ruso reseñó Pablo Castellano: "Tampoco es un angelito. Se le imputa una evasión fiscal de carácter telúrico".