Profesor

A menos de un mes de las elecciones generales del 14 de marzo, son muchas las reflexiones y opiniones que nos conducen a creer que alguien más algunos están interesados en que estos comicios sean de lo más tranqui y transcurran medio amodorraos . Observen pues la poca tensión existente en la precampaña, donde para combatir a las iniciativas del PSOE o de IU, que se detienen en explicar sus ideas electorales, el PP de Rajoy, ayudados con las cadenas televisivas populares , se dedican a mostrarnos sólo una imagen intragable del candidato Rajoy. El gallego, antiguo delfín de don Manuel Fraga, nos lo ponen a la hora del almuerzo y la cena hasta la saciedad, lo mismo explicándonos que se hizo pupita conduciendo mal, que queriéndonos vender 14 canales digitales, un carnet por puntos que ya propuso el PSOE hace tres años o dotar a los centros educativos de ordenadores, cuestión ésta superada ya en Extremadura hace dos cursos.

Rajoy, aquel que dijo que del Prestige "solo salían hilillos de petróleo como si fuera plastilina", le va largo tanto ajetreo; el muchacho es más bien tranquilote y falto de dinamismo, pero con tal de vender su moto , asiste a cualquier historia donde pueda robar dos minutos para los telediarios.

Don Mariano renuncia a la invitación de un posible debate televisado con Rodríguez Zapatero, y eso que su partido tiene el control vergonzoso del medio. A mí me parece lógico que no quiera debate, visto el cuajo que tiene. Y es que Rajoy, sin papeles por delante, es incapaz de hablar dos minutos seguidos. La suerte está echada: dormirán al país con un poco de fútbol, algo de telecaca, cien inauguraciones por segunda vez, alguna falsa noticia sobre la oposición y a votar los menos posibles.