TVE ha destituido fulminantemente como corresponsal de Jerusalén a Angela Rodicio (Ourense, 1963) por "irregularidades económicas" presuntamente detectadas en una auditoría. Rodicio, que entró en la televisión estatal en 1989 de redactora de internacional, ha cubierto como enviada especial los conflictos más importantes de los últimos años: desde la primera guerra del Golfo (1991) a la actual invasión de Irak, pasando por la masacre de Sarajevo. Precisamente en Bosnia coincidió con el luego escritor de best-sellers Pérez-Reverte, quien en su libro Territorio comanche la criticó por su talante individualista. Ella se defendió contratacando: "Pagué un precio muy alto por intentar introducirme, en plan profesional y sin ir de prima donna, en un mundo masculino de tribu pata negra ".

Con su vocecita y su figura de aspecto frágil, Rodicio llamaba poderosamente la atención en medio de proyectiles y bombas, más o menos cercanos a ella, servidos por el notable cámara José Luis Márquez. La exigua modestia de la periodista gallega la ha llevado a decir: "Al principio nadie me veía en una vida dura (...) Por el camino fui descubriendo que podía mantener la calma en los momentos más duros, que soy lúcida cuando la gente se vuelve muy confusa, que afronto situaciones y problemas con la mente fría..." Vamos, que se gusta un montón.