Tras la Black Week y antes del Black Friday, me entero de que podré adquirir un sinnúmero de gadgests informáticos en el Cyber Monday y al día siguiente recibo un mail para que aproveche sin dudarlo el Giving Tuesday. En el momento de abrirlo, aparecen sin ser esperados tal cantidad de newsletters y avisos de cookies que renuncio a indagar qué productos ofrece tan sugerente día. Repentinamente víctima de un ataque de austeridad, abandono las páginas consumistas, y no es porque no funcione el wifi, sino porque he decidido rebelarme contra el asedio que incita a adquirir lo que sea aunque no se necesite. Además tengo que asistir a una clase de liderazgo, donde un coach informa de que, para que las reuniones sean efectivas, deben contar con un bobby.

Llego a casa exhausta y al abrir la tablet me entero, en cuanto navego por Google, de que ha muerto el inventor de la Big Mac, de que el desfile de Victoria’s Secret ha sido en Paris y de que aquellas hermosas criaturas hicieron un mannequin Challenge en el backstage. Animada por un nuevo ataque, esta vez de frivolidad, para compensar por anticipado todo lo que me tocará corregir en los próximos días previos a la primera evaluación, indago si alguna de esas celebrities ha sido en algún momento joven millenial, pero lo único que consigo averiguar después de ver su trend topic en youtube es que casi todas llenan las páginas de lifestyle, que suelen practicar a menudo el fitness y que muchas de ellas lucen manicura en gel couture. De nuevo, arrepentida de mi recaída en el espíritu ahorrador, inmediatamente decido descargarme la app de Bucmi, para poder pedir hora con comodidad al estilista.

Veintitrés años ya de aquel Modernos y elegantes de Llamazares, y los anglicismos bobos nos invaden mucho más. Harta de ellos, busco consuelo en el lenguaje castizo de la nueva política española. Y ahí sí. Rufián, será por charnego, autoriza a Rajoy a decir condón con todas las letras. E Iglesias, será por maleducado, se caga en los muertos de los señoritos de su abuela. Eso sí que es español. ¡Qué alivio!

*Profesora.