Hace más de un año, en este mismo medio, Iniciativa+1 publicaba un artículo en el que conminábamos a nuestros políticos regionales a consensuar un pacto que generara confianza, considerando esto último como la base en la cual apoyar cualquier medida que fuera correctora de la actual situación de crisis. Solicitábamos un pacto necesario, deseado y fructífero que mostrara al resto de las comunidades españolas cómo hacer las cosas. Aun cuando nuestras aspiraciones no llegaron a fructificar, seguimos pensando que un acuerdo sería políticamente ventajoso para el Gobierno, pues le blindaría de muchas críticas y también para la oposición, en tanto que le reconocería una madurez impropia de los usos actuales de las responsabilidades políticas.

Durante el pasado mes de febrero hemos vuelto a vivir los sainetes a los que nos tienen acostumbrados los representantes políticos a nivel estatal, armados de sobados tópicos y dándonos la imagen de que todos eluden entrar en el fondo de la cuestión. Realmente es molesto reconocer que escuchamos sus arengas reprimiendo los bostezos, conocedores del resultado final de estos debates y en los que el único aliciente es buscar cuál de ellos ha sacado un mayor rédito político o quizás conseguir vanidosamente la consideración del más ingenioso. Nos duele saber que, por la impericia de algunos políticos a veces no se da una respuesta valiente, rotunda y conjunta a los problemas que nos acucian. Esto nos debería hacer reflexionar a todos, sabedores de que lo que proponemos es una cita incómoda pero necesaria.

XES EVIDENTEx que ya no vamos a conseguir muchas de las sinergias derivadas de la oportunidad, pero quedan beneficios de las acciones conjuntas que no debemos descartar. No podemos dejar que pasen más trenes perdidos, ya que de poco sirven las lágrimas cuando el mal es irreversible. Sabemos que es muy difícil trazar la ruta con brújulas de imanes divorciados pero, aun en la tempestad hay que encontrar las luces que nos guíen y confiar en que tras la tormenta seamos capaces, entre todos, de tapar las vías de agua.

No valen sofismas, pues todos conocemos la realidad y aunque no faltará quien repita la monserga de la búsqueda de la responsabilidad de la crisis, nuestros conciudadanos merecen una respuesta eficaz de consenso y de futuro y no una violenta diatriba entre los sistemas establecidos. Creemos que no nos debe preocupar la degradación de nuestras ideas en aras a una inmediatez de un acuerdo, primeramente porque no es degradación sino enriquecimiento, pero es que, desgraciadamente, los prejuicios ideológicos y las consideraciones políticas prevalecen, en numerosas decisiones técnicas, sobre la objetividad económica.

Desde Iniciativa+1 volvemos a clamar por el esfuerzo de entendimiento y de unión, por la búsqueda de un consenso y por cualquier acción que genere confianza de los ciudadanos. Nuestra asociación es un foro amplio, maduro y creemos que cualificado que, desde el compromiso, la independencia, la pluralidad y la honestidad, busca dinamizar la sociedad civil extremeña, animando su intervención y liderazgo en aquellas decisiones que afectan al conjunto de la sociedad. Con el objetivo de coadyuvar a la mejora de esa sociedad, no tenemos más pretensiones que aportar nuestras ideas, nuestro conocimiento y nuestras propuestas, por ello nos sentimos con legitimidad para poder pedir cordura en estos momentos difíciles, exigiendo que seamos una sociedad con estrategia, capaz de definir objetivos conjuntos.

Nunca fue más vigente el aforismo que nos cuenta que los que no aprenden historia están condenados a repetirla. Tenemos muchísimas experiencias de las que aprender y debemos aplicar las enseñanzas que nos han dejado a lo largo de la historia tantos hechos económicos como sus tratamientos políticos. Seguro que todos juntos, vamos mejor.