Noticia preocupante para el bolsillo de millares de hogares españoles la que anuncian algunos medios, referente a la supresión de las tarifas nocturnas de electricidad que el Gobierno en el año 1995 había fijado como ayuda a economías no muy boyantes. Desde el día 1 de julio, con nocturnidad y poca transparencia , el Gobierno por decreto, regalará a las compañías eléctricas millones de euros, provenientes de la subida de la factura de la luz que se incrementará en un 80%. Si algo hay influyente en la carestía de la vida y que agravará la crisis económica del ciudadano es, aparte de la subida imparable de la cesta de la compra día a día, la subida de la electricidad. A este paso el español corriente no necesitará ningún plan, ni dieta para adelgazar, pues entre la carencia de alimentos de los que se tendrá que privar por no estar a su alcance; la subida de la factura de la luz y energía, que deberá ahorrar por necesidad, los precios de las vacaciones que se pondrán por las nubes urbi et orbi, la venta del piso a los bancos por cuatro perras por impago de la hipoteca, etcétera, el remedio más fácil y sencillo será quedarse en casa, a base de bocadillos de mortadela, tener a mano unas velitas o candil para poder ver las caras de tristeza de sus parientes y volver al botijo de agua con azucarillos, tan rica ella, pues las cañas y demás refrigerios serán un lujo. Menos mal que el que no se consuela es porque no quiere. Muchos en otras partes del globo lo pasarán mucho peor y el remedio no es tan difícil: sólo apretarse el cinturón.

Miguel Rivilla San martín ** correo electrónico