De todas las medidas posibles para paliar el fracaso escolar, nuestra consejería ha escogido la más rápida, pagar. Las estadísticas cantan y si todos aquellos con posibilidad de suspender reciben una ayudita del docente la medida será un éxito total. El próximo julio el fracaso escolar en Extremadura habrá bajado al menos 15 puntos y todo gracias al aprobado, que es lo que importa, pues si se tratase de formar se forma durante todo el año y no en tres meses con clases particulares tutoradas por el propio docente, es decir, pague usted un profesor particular a 40 euros la hora y luego si suspende tiene dos opciones, o cambia de profesor o le compra un kit de jardinería a su hijo.

Nuestro sistema educativo falla, no hay duda, el primer problema el exceso de ratio que solo se consigue solucionar aumentando la plantilla, así sí se podría poner en práctica la enseñanza individualizada y se formaría plenamente al alumnado durante todo el curso, pero no es lo mismo pagar 2.000 euros al mes con un docente de plantilla que 600 en horas extras. Después vendrá el informe PISA y se verá que lo barato sale caro.

El segundo problema de difícil solución es la sensación que transmite tanto la consejería como alguna asociación o federación de padres de trasladar el fracaso escolar a la implicación del docente, unos por pedir voluntarios por la causa (que no es más que su causa) y otros por supeditar el éxito de los alumnos (escogidos entre los que van a suspender) a la implicación del docente. ¿Y el compromiso de los padres? Ah sí, que su hijo va asistir con regularidad (vaya... igual que cualquier docente), imaginamos que lo de asistir se referirá a los 4.000 sms que se mandan a través del Rayuela por la falta de asistencia y retrasos del alumnado.

Ni Administración, ni asociaciones, ni federaciones son conscientes del trabajo extra que un docente tiene que realizar con el mismo horario que hace 12 años pero con 12 obligaciones más y con más de 20 puntos menos de pérdida de poder adquisitivo, ni idea de lo que son actualmente las aulas y la falta de disciplina o del desgaste psicológico que sufren la mayoría de los profesionales.

*Responsable de Acción Sindical y Comunicación de Anpe en Cáceres