El gobernador de California y actor de Hollywood, Arnold Schwarzenegger (Thal, Austria, 30-7-1947), ha pedido el voto para Bush con un discurso dirigido a los inmigrantes como él. Claro que su caso ha sido de película, y nunca mejor dicho. Su sueño americano es de ensueño: llegó a EEUU a los 21 años sin otro capital que unos músculos de campeón, y, en menos de cuatro lustros, ganó una fortuna en una empresa de venta por correo de material culturista; logró la ciudadanía estadounidense; triunfó en el cine, y se casó con una Kennedy. Todo es posible en América. Sólo le faltaba gobernar en California. "Los políticos están con sus chanchullos, metiendo la pata y fallando. Por eso me voy a presentar a gobernador", dijo días antes de entrar en campaña. Ganó en octubre del 2003 con casi el 50% de los votos emitidos, pese al pasado nazi paterno y a desvelarse ciertos excesos en materia de porros y sexo.

Aunque no lo parezca, el protagonista de Terminator por partida triple es del ala moderada del Partido Republicano. Con una simpleza bárbara (a lo Conan ), él lo explica así: "Soy republicano, pero puedo trabajar con demócratas. Estoy casado con una demócrata. Duermo con ella cada noche. Así que no podré ser hostil con ellos". Bush se ha apuntado un tanto con el apoyo de Governator.

ANGEL SANCHEZ