XFxrecuentemente cuando no se quiere o no interesa dar explicaciones sobre algo que se pregunta se dice que son asuntos de familia . Donde más asuntos de este tipo hay es en la política, algunas veces en sus exactos términos. El caso es que bien sea por lazos de sangre o por otro tipo de lazos, lo cierto es que muchos políticos, y principalmente muchos que gobiernan, convierten frecuentemente la vida pública en asuntos de familia.

No es de recibo que quien está en el Gobierno limite su relación con los ciudadanos a la autocomplacencia continua reiterando compulsivamente el mensaje de lo bien que lo hacen y de su desinteresada entrega por nosotros. No puede consistir la rendición periódica de cuentas en informar en rueda de prensa de los proyectos de todo tipo, a ejecutar o realizados, si luego no existe, a disposición de quien quiera examinarlo, una copia de dicho expediente. Tampoco es admisible que cuando alguien pide aclaración sobre un determinado asunto, se le conteste escuetamente y con evasivas, como si de asuntos de la esfera privada se tratara. A los ciudadanos en general y a las asociaciones en particular hay que atenderlos con transparencia, porque cuando las cosas están bien hechas de nada servirá buscar irregularidades, y cuando se actúa siguiendo los procedimientos establecidos por las normas, cualquier error es subsanable. A todos hay obligación de informarles con el detalle requerido para alejar la sensación de que no se cuenta todo o se hace de manera sesgada. A la oposición política siempre que puntualmente lo solicite (para eso está), y periódicamente a través de las comisiones informativas, las cuales no deben utilizarse exclusivamente para llevar aquellos asuntos que al Gobierno le interesa sacar, y sólo porque la ley lo exige como requisito previo a su aprobación por el órgano municipal que resuelve, sino que su funcion es precisamente garantizar, con suficiente antelación, la participación y el conocimiento de todos los expedientes que deban ser estudiados y debatidos. En cuanto a los ciudadanos, no puede el gobernante limitarse a leer una nota de prensa y a continuación aprovechar la presencia de los medios para atacar al contrario. A la gente de a pie lo que le interesa es en qué, cómo, por qué y quién se gasta el dinero público, si la decisión se ha tomado después de un estudio de necesidades o se gasta por gastar, olvidándose que, con independencia de los que puedan llegar luego a gobernar, el dinero público es de todos.

No es mejor un Gobierno porque gaste mucho, si lo hace sin pensar de dónde lo vamos a sacar mañana, ni las deudas que va generando; si deshace la obra todavía no amortizada; o no ejecuta las garantías en la mal realizada; o no depura las responsabilidades por la mala dirección municipal de una obra. Gobernar bien no es sólo gastar, es hacerlo en lo nuevo y necesario, es conservar lo hecho y todavía útil, y ponerle a las deudas el cartel de no pasarán .

Y sobre todo esto es de lo que hay que hablar, porque a nadie le gusta darle a otro su libreta de ahorros y no tener control sobre ella, ni que le metan albañiles en casa y no saber a qué vienen, ni pagar por algo que no debería costarle dinero, ni que sus ganancias le aseguren a un tercero las pérdidas de su negocio, si las hubiere. Pero ¡en fin!, esto sn asuntos de familia.

*Exgerente de Urbanismode Mérida