TMte sigo sorprendiendo cuando me entero de ciertas iniciativas del Gobierno en materia social y laboral, sorprendiendo y enojándome; eso sí, sin acritud, pero con tristeza. Me refiero ahora a la propuesta hecha por el Ejecutivo a los agentes sociales para extender el permiso de paternidad, hasta ahora sólo vigente en el ámbito de la Administración, al sector privado empresarial.

Y muchos de ustedes se preguntarán por qué me molesta este asunto si en principio se trata de una medida de carácter social que viene a reforzar la línea de conciliación entre la vida familiar y la actividad laboral; se lo explico: porque en el colectivo de profesionales autónomos ni siquiera la mujer tiene derecho a nada cuando es madre. Así de crudo y sencillo.

En efecto, este derecho que disfrutan las trabajadoras asalariadas en caso de maternidad y que ahora el Gobierno quiere extender a los padres, es, en el caso del colectivo de tres millones y medio de autónomos, simplemente papel mojado .

Las trabajadoras autónomas, que realizan un esfuerzo considerable con sus cuotas obligatorias a la Seguridad Social todos los meses, no disponen hoy de ningún tipo de recurso de carácter social y público para poder conciliar al mismo tiempo el cuidado de sus hijos y su actividad profesional, sin menoscabo de su renta a fin de mes.

Por tanto, en las actuales circunstancias resulta pura utopía para nuestro sufrido colectivo laboral hablar del permiso para los padres. Desde la Asociación Nacional de Empresarios y Profesionales Autónomos, le urgimos al Gobierno que articule medidas legales concretas, con los correspondientes recursos financieros, para hacer efectivo este derecho a las mujeres y hombres que trabajan por cuenta propia y cotizan obligatoriamente al Régimen Especial de Autónomos de la Seguridad Social.

Como delegado de ASNEPA en Extremadura, considero que tanto el Gobierno como las Cortes Generales han de asumir la imperiosa necesidad que el conjunto de los autónomos españoles tiene de lograr la equiparación total en sus derechos laborales, sociales y económicos.

Es de justicia sin duda.

*Delegado de ASNEPA en Extremadura