Lo tiene más difícil Rajoy que Gallardón". Así arrancó ayer Federico Jiménez Losantos su tertulia de la COPE, en la que se sostuvo que el programa electoral del hoy alcalde de Madrid está redactado de forma que igual vale para subir impuestos --lo que propugna Gallardón-- que para bajarlos --como reclaman Rato, Arenas y Piqué--, y en el entendido de que ése es el mejor activo de la propaganda del PP.

Pedro J. Ramírez secundó a Losantos: "Rajoy no debería haber avalado a Gallardón". Luis Herrero disintió: "Rajoy sólo podía salvar los muebles y provocar un incendio controlado". Losantos y Ramírez insistieron. "¿Quieren que lapide políticamente a Gallardón?", les dijo. "¿Cuántos políticos no han tenido que envainársela?", objetó Ramírez, para advertir: "Aznar a lo mejor sólo tiene cuatro ideas, pero se le ha entendido siempre, y Rajoy no puede instarse en la ambigüedad". Y, como Losantos, reiteró que Rajoy debe impedir que Gallardón suba los impuestos.

Dieron la vez a César Alonso de los Ríos y éste fue más allá: "Este episodio nos instala en el verdadero problema de la sucesión de Aznar, el problema de la autoritas de Rajoy frente a sus hasta ahora iguales. Los ministros empiezan a aprovechar la situación... A mucha gente del PP le inquietaba la personalidad de Rajoy, que resuelve los problemas aparcándolos". Germán Yanke le apoyó: "No creo que Rajoy imponga nada a quien se resista". Losantos y Ramírez objetaron: "No se lo puede permitir; es el líder de la derecha". Y Herrero les corrigió: "Es candidato a líder; sólo lo será si gana las elecciones".