Sigo sin entender las razones que esgrime Ibarra para negar a los extremeños un bien de primera necesidad: una autovía que una Cáceres y Badajoz. La inmensa mayoría de los extremeños echamos en falta una mejora en las infraestructuras de nuestra región. Pero, no podemos permitir que las dos ciudades más grandes, más activas económica e industrialmente y con mayor número de población estén comunicadas por una carretera arcaica y mortal. Todas las capitales de provincia españolas están unidas por autovías o, en el menor de los casos, por vías de comunicación nuevas y seguras. En la EX-100 hay tramos que pasan por poblaciones (La Roca de la Sierra y Puebla de Ovando) y curvas cerradas con límite de velocidad marcado en 60 km/hora. ¡Ver para creer! ¿Cómo quiere el presidente que las capitales de provincia se desarrollen? Y, lo más asombroso: ante la aclamación popular que pide autovía ¿Por qué Ibarra se niega? ¿Qué le corre por la cabeza para declarar con cátedra que Cáceres y Badajoz no necesitan ninguna autovía? Hay que entender que el presidente de la comunidad viva al margen de la población, pues lleva un cuarto de siglo actuando como antaño lo hiciera Godoy. El señor de la Paz , o en este caso El señor de Extremadura , gobierna despóticamente Extremadura, apoyado por unos consejeros irrevocables y sin ninguna necesidad de atender al pueblo. Ante las continuas actuaciones de la Junta que niegan a los extremeños el avance, el progreso y la entrada en el siglo XXI, no sé si manifestarme públicamente. Partidarios de la Plataforma No a la refinería fueron denunciados y acusados por protagonizar manifestaciones en contra de el presidente . Parece ser que en este país sólo son lícitas las manifestaciones del Partido Socialista.

CESAR RINA SIMON. Cáceres