Tras el anuncio el pasado día 4 del presidente de la Junta de Extremadura de su decisión de solicitar a la Asamblea de Extremadura la aprobación de un crédito extraordinario con el que afrontar, primero, los estudios informativos, y, posteriormente, el proyecto y ejecución de la autovía Badajoz Cáceres, la inmensa mayoría de las voces que se han alzado lo han hecho para aplaudir la decisión, justificarla, criticar el retraso con que se ha tomado, descalificar los argumentos utilizados por el presidente para apoyar su decisión, etcétera.

Solo una voz ha roto la unanimidad en el apoyo a la decisión, al criticarla por injustificable; me refiero a la del profesor de la Universidad de Extremadura Julián Mora Aliseda , quien ha calificado la obra proyectada de despilfarro económico que, además, según el citado profesor, supondrá un gran impacto ambiental para la Sierra de San Pedro.

Coincido plenamente con el profesor Mora, en que no hay razones demográficas o económicas que justifiquen la importante inversión que se va a comprometer, y en que el impacto que la obra producirá en la Sierra de San Pedro será enorme.

Entiendo que quienes diariamente utilizan la carretera demanden su conversión en autovía, pero su número, sumado al de quienes la transitamos frecuentemente, no justifica que se destinen cerca de 400 millones de euros, no se olvide: del presupuesto de la comunidad autónoma, a financiar una infraestructura innecesaria.

Como se decía hasta hace poco desde el Gobierno regional, --cuando se rechazaban las peticiones que surgían desde Cáceres y Badajoz y desde el Partido Popular--, desdoblar las salidas de Badajoz y de Cáceres, corregir el trazado más sinuoso y construir un tercer carril en la parte central del recorrido, sería suficiente para permitirnos a quienes usamos frecuentemente la carretera desplazarnos por ella con comodidad, --si no queremos utilizar el trazado de autovía que, a través de Mérida, unirá pronto las dos capitales provinciales--, al tiempo que reducir el riesgo de accidentes del actual trazado.

Ni los intercambios económicos entre Cáceres y Badajoz justifican la inversión (intercambios económicos que, según el presidente, han justificado la construcción de las dos autovías regionales recién inauguradas), ni la Plataforma Logística que se instalará en Badajoz necesita esta autovía (como demuestra el hecho de que se decidió su implantación en Badajoz cuando la posición de la Junta era contraria a la autovía), ni, mucho menos, el aprovisionamiento de mercancías de El Corte Ingles en Cáceres y en Badajoz, puede utilizarse como argumento para detraer tan cuantiosos recursos de los presupuestos regionales que, no se olviden, van a verse mermados en los próximos años como consecuencia de la inevitable reducción de los Fondos Europeos.

Como persona comprometida con el desarrollo sostenible de esta región desde hace muchos años, y acostumbrado a opinar sobre las cuestiones que le afectan, he preferido, como siempre, escribir lo que pienso, en lugar de mantener un silencio cómplice o sumarme al coro de aplausos y parabienes. antoniorosadepaex.es

*Director de la consultora Depaex