La última encuesta realizada por el Gobierno revela que los extremeños están mayoritariamente satisfechos del avance experimentado por la sanidad desde que la Junta asumió las competencias. La gestión en este área, siempre controvertida, merece una nota de seis sobre diez, aunque hay una cuarta parte de la población que desconoce que la sanidad ha cambiado de gestores.

A pesar de los inconvenientes que suscitan los primeros meses de un cambio de política y de responsables de ejecutarla, los extremeños valoran el esfuerzo que se ha realizado en tan poco tiempo para adecuar las áreas de salud a la realidad autonómica; rebajar las listas de espera y dotar de nuevos equipos a especialidades que no disponían de ellos. Un hecho también significativo es la labor de concienciación que realiza la consejería, que en el caso de las donaciones de órganos ha logrado reducir significativamente el porcentaje de negativas de las familias a trasplantarlos a enfermos que los necesitaban. Aunque en este asunto se ha avanzado bastante, aún resta habilitar nuevos centros donde poder realizar trasplantes, ya que la mayoría hay que practicarlos fuera de Extremadura.