Las organizaciones Acción por la Salud Global (Médicos del Mundo, FPFE y Farmamundi), Amref, Anesvad, Cesida, Consejo Interhospitalario de Cooperación, Fontilles, Fuden, IAVI, Plan, Planeta Salud, Red Activas y Tenemos Sida son conscientes de la delicada situación por la que atraviesa la economía española y de lo difícil que debe de ser para el Gobierno tomar determinadas decisiones en este contexto; especialmente para un Gobierno que, como este, ha mostrado un liderazgo claro en materia de cooperación y desarrollo. No obstante, también somos conscientes de quiénes son los que más sufren en situaciones de crisis y somos testigos directos del impacto que determinadas decisiones presupuestarias tienen en la vida de las comunidades en situación de mayor vulnerabilidad. Cualquier recorte de ayuda al desarrollo es un drama; un niño que deja la escuela no vuelve y un enfermo que no tiene servicios sanitarios puede que no tenga otra oportunidad para recibirlos. Paradójicamente, al mismo tiempo que se han ido constatando recortes de ayuda afectan a la salud, España se ha perfilado como un referente en cooperación sanitaria. Por otra parte, hay que recordar las conclusiones de la última reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Estado contra la Pobreza, en julio del 2010, en la que los partidos se comprometieron a "velar para que la ayuda se concentre en sectores esenciales como salud, educación y seguridad alimentaria". Por eso solicitamos que se detengan los recortes de la ayuda sanitaria. Además, es fundamental que la cooperación española defina cuánto quiere gastar y cómo, partiendo de evaluaciones rigurosas y estableciendo criterios claros que determinen cómo emplear las herramientas que tiene.

Liliana Marcos **

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