Ahora resulta que el Grupo Socialista denuncia que el Cacereño recibe más de los 180.000 euros (30 millones de pesetas) de subvención anunciados. Menos mal que habrá una nueva normativa, ya que si no esto podría explotar en las manos del propio alcalde, que hace bien en rectificar su política de ayudas al deporte. Pero las cuentas deben estar claras siempre, y más cuando son empresas, como es el caso del Cacereño.