TEtl anterior presidente tiene apellido de infinitivo de la primera conjugación y no se descarta que los diccionarios del 2050 definan con sus cinco letras la acción de zafarse en un interrogatorio para desdibujar el objeto del mismo y hacer que el acusado se convierta en víctima. Si alguien creyó que una comisión para investigar el 11-M podía traernos la luz estará lamentando las 11 horas de un espectáculo que recordaba a aquel que había matado a sus padres y en el juicio pedía clemencia para un pobre huérfano.

Aznar tenía preparado su papel y la torpeza de casi todos los portavoces parlamentarios permitió que nos reeditara aquel "créanme lo que les estoy diciendo" y nos haya cambiado las armas de destrucción masiva por una conspiración de la cadena Ser. ¿Se puede tener el descaro de acudir a la comisión que investiga el más sangriento atentado y decir que lo más grave que ocurrió fue el tratamiento informativo de una emisora? ¿Acaso era ese el único medio por el que se informaron los votantes del día 14? ¿Es en Georgetown donde ha aprendido a escurrir el bulto? El pasado lunes el ex presidente de Gobierno aznó o tal vez debiéramos decir aznuvo porque de ese personaje sólo cabe esperar un irregular.

*Profesor y activista de los Derechos

Humanos