WEwn los últimos días ha surgido otro encontronazo entre la Junta y el Ayuntamiento de Badajoz por el nombre del palacio de congresos que se inaugura esta tarde. La decisión de la Consejería de Cultura, de la que depende la instalación, de llamarlo ´Manuel Rojas´, en recuerdo del que fuera alcalde socialista entre 1983 y 1993, ha soliviantado al PP, que lo ha considerado una imposición. El PP ha hecho oficial su oposición aprobando el nombre de ´Ciudad de Badajoz´ para el palacio en un pleno extraordinario y manifestando que no irá a la inauguración. Ni Badajoz, ni el nuevo edificio, ni la memoria de Manuel Rojas, un alcalde querido por los badajocenses que ganó tres elecciones por mayoría absoluta, merecen esta inútil polémica, que nunca debió tener lugar porque el nombre debería haber sido fruto del acuerdo entre todas las administraciones como lo es el propio palacio, que va a permitir, y esto es lo importante, que Badajoz disponga de un recinto de primera línea para convertir a la ciudad en destino de reuniones y simposios de gran nivel. Manuel Rojas era contrario a servir de banderín de enganche para un enfrentamiento vecinal y también en este aspecto la decisión de la Junta ha sido poco feliz al colocar su memoria en el centro de la polémica.