WEwl último Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado un decreto que modifica los tiempos máximos para que el Sistema Extremeño de Salud (SES) atienda a los usuarios. Hasta ahora todas las operaciones quirúrgicas pendientes tenían un plazo máximo de 180 días, a partir de los cuales el paciente podía recurrir a centros privados, pero el SES ha resuelto que en cinco procesos quirúrgicos la espera máxima pase de 180 a 90 días; en otros dos, a 60 días, y en algunas consultas externas y pruebas diagnósticas el tiempo establecido se reduzca a la mitad.

Resulta difícil estar en desacuerdo con una decisión así, porque lo que ha hecho el servicio de salud de la comunidad es comprometerse normativamente a exigirse más. Es decir, a dar más garantías a los usuarios para ser atendidos en menor tiempo y, si no lo son, a que puedan reclamar ese derecho. El PP señala que esta es una operación cosmética porque si ahora no se cumplen los tiempos de espera establecidos, mucho menos lo harán en el futuro. Sin embargo, no se trata de una medida generalizada, sino para procesos concretos y, además, lo importante es que existe la norma y, por lo tanto, se puede invocar en beneficio de todo ciudadano que la necesite.