Diez años después de la riada este poblado sigue existiendo, quiero que lo recuerden aquellos que lo tienen en el más absoluto de los abandonos.

Lo vivido aquella madrugada fue muy duro. No hubo que lamentar desgracias personales, gracias al arrojo y valentía de todo un pueblo que supo reaccionar y exponerse a salir de aquel mar de agua, por sí solos en un principio, y más tarde, con la inestimable ayuda del personal de la Base Aérea de Talavera la Real.

Este poblado no se ha visto compensado. La situación actual es lamentable, tanto en el pueblo como en sus alrededores. Lleno de suciedad, con malezas, donde campan a sus anchas ratas y culebras. Sigue habiendo cauces sucios y con obstáculos en la ribera de Los Limonetes, tan abandonada como lo estaba hace diez años.

Balboa necesita de actuaciones que la salven del riesgo de inundaciones. Señores responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, saben que soluciones existen para este gran problema, que deben llevarse a cabo sin la mayor demora. No valen excusas tales como: cambio climático, catástrofes naturales, impacto medioambiental- Se puede prevenir, se debe evitar.

Hago un llamamiento a todas las instituciones relacionadas, no hagan oídos sordos a esta petición. No deseo tener que oír un día palabras de ánimo, ni palmaditas en la espalda como hace diez años. No solucionaron nada. Como prueba esta carta transcurrida una década.

Enriqueta Hernández Gómez **

Balboa