Al decantarse por el senador Joseph Biden para que le acompañe en el ´ticket´ demócrata que aspira a desalojar a los republicanos de la Casa Blanca, Barack Obama aspira a cubrir varios flancos. En primer lugar, su inexperiencia manifiesta en política exterior, materia en la que Biden es una autoridad y no solo por presidir la comisión de relaciones exteriores del Senado. En segundo término, acercar su candidatura a la aristocracia del partido, que no siempre ha visto con buenos ojos el entorno de Obama. Y en última instancia, llamar la atención a esa franja del electorado demócrata que, retirada la senadora Hillary Clinton de la lucha por la nominación, se sienten sin un candidato natural y, como revelan algunas encuestas, prefieren quedarse en casa a dar el voto a Obama.

Biden es la viva imagen del ´establishment´ del partido --cumple el sexto mandato en el Senado--, representa a las clases ilustradas y liberales de Nueva Inglaterra y posee el olfato típico de los veteranos del Capitolio --Obama aún no lo tiene-- para cultivar una ambigüedad ineludible.

El compañero de aventura de Obama fue de los primeros en afearle sus pocos conocimientos en política internacional y le discutió su compromiso de retirar las tropas de Irak en cuanto llegue a la Casa Blanca, pero es capaz de asumir el plan del presidenciable para Irak --por lo demás, bastante inconcreto--, sin que parezca el gesto de un oportunista. Algo que se ha dicho varias veces del comportamiento de Obama cuando ha tenido que corregir el tiro sobre la marcha.

Aunque bastantes de estas características coinciden con las de la senadora Clinton, Biden no es en ningún caso una versión aproximada de la excandidata. Esta se mantuvo en las primarias hasta la última zancada y demostró contar con un fondo de apoyo popular que a Biden se le desconoce más allá del estado de Delaware, por donde es senador.

Por lo tanto, es una incógnita saber cuál es su capacidad de movilización en la comunidad hispana o entre los obreros industriales, partidarios de Clinton en su gran mayoría, cuyo voto precisa Obama para despegarse del candidato republicano, John McCain

Un dato que será más determinante que la solvencia intelectual de Joseph Biden porque, según los sondeos en EEUU, la primera preocupación de los estadounidenses es la crisis económica y no los problemas en Irak y el papel de Estados Unidos en el mundo.

Un último dato. "El senador Obama ha continuado la mejor tradición para la vicepresidencia eligiendo un líder experimentado y fuerte y un servidor público devoto. El senador Biden será un vicepresidente resuelto y dinámico", afirmó a través de un comunicado la única rival que hasta el momento ha podido plantar cara al senador por Illinois, Hillary Clinton.