WLwa campaña de las elecciones gallegas del 19 de junio ha empezado con pronósticos adversos para el PP. Las encuestas reflejan que el PSOE y el BNG podrían sumar una mayoría absoluta, y que los votantes opinan que Manuel Fraga debería haberse retirado. El PP, que tenía difícil el sustituirle sin que el partido se desmembrase en luchas cainitas, arriesga también al insistir con este candidato tan representativo del pasado.

Pero, además de la Xunta, en estas elecciones también está en en juego buena parte del futuro político de Mariano Rajoy . Este, para amarrar la victoria en su tierra de origen, se ha vuelto a sumar a la línea de confrontación del aznarismo más puro y, con argumentos catastrofistas, amenaza con "un riesgo terrible" si Galicia pasa a manos de una coalición de socialistas y nacionalistas. Algún actor secundario de la campaña ha superado ese listón con la insidia de que ETA entrará en Galicia con el PSOE y el BNG.

Un relevo de Fraga impulsaría, tal vez, al Partido Popular hacia formas más responsables. Sin embargo, el mensaje de Angel Acebes de que sólo considerará ganador al partido más votado hace prever una estrategia de deslegitimación de un posible Gobierno de coalición alternativo al que ahora rige Galicia.