WLwa reelección de Juan José Ibarretexe como lendakari y la renovación del Gobierno tripartito de nacionalistas de PNV-EA con EB (IU) son los datos relevantes --y las principales preferencias asumidas por la sociedad vasca-- del sondeo sobre el resultado de las elecciones del próximo domingo que publicó ayer EL PERIODICO EXTREMADURA. Pero pocas certezas hay más allá de esas conclusiones y de las reiteradas evidencias de que pervive la fragmentación social por el plan Ibarretxe y de que dos de cada tres vascos apoyan una negociación del Gobierno del PSOE que consiga la disolución de ETA.

La encuesta fue hecha antes de que la ilegalizada Batasuna hallara el modo de no quedar como fuerza extraparlamentaria pidiendo a sus seguidores que voten al Partido Comunista de las Tierras Vascas. Esta lista testimonial es el conducto que puede permitir al grupo de Otegi seguir en la escena política, aunque con una fórmula extravagante. Y cabe pensar que el perjudicado principal de la maniobra será el nacionalismo democrático, al reducir las expectativas de PNV-EA de mayoría absoluta con los votos huérfanos de la izquierda aberzale. Una situación que propiciaría la negociación y el pacto en Euskadi.