Palabras más, palabras menos. Es lo de siempre... Recuerdo esta canción de Los Rodríguez bailando en los bares de la plaza Mayor de Cáceres y aún hoy mismo me parece que refleja de forma brutal cómo le toman el pelo a Extremadura. A todos los extremeños.

Sí, voy a hablar del tren, ese medio que he abandonado en perjuicio de Bla Bla Car cuando voy a Madrid porque acabé harto del mal servicio, los precios excesivos por lo que recibes y la indignación repetida de los retrasos y de viajar como si te vinieras al culo de este país. Y escucho al ministro y miro a los políticos, agentes sindicales y más bla, bla… tren.

Que la plataforma extremeña en defensa de este medio de transporte, olvidado del resto de España, no se atreva ahora a enfrentarse al Gobierno ante los nuevos plazos de finalización de esta infraestructura básica para poner en el mapa a la región deja estupefacto a cualquier ciudadano, no sé si usuario todavía, al escuchar que hasta el 2020 no veremos un tren «de altas prestaciones», como lo llaman ahora.

No voy a repetirles lo que ya pienso sobre esto. Ni quienes mandaron antes, ni quienes lo hacen ahora pueden justificar de ninguna forma el trato humillante que ha recibido Extremadura cuando se habla del tren. Si subirse en el andén de Cercanías de la estación de Atocha es ya un ejemplo de estar a la cola, más vergonzoso continúa siendo que otro político venga a poner plazos y más plazos al final de la obra. No sería mala idea que se atreviera a firmarlo, si tan claro está ahora que las cosas avanzan a otro ritmo. He olvidado ya la última vez que viajé de Cáceres a Madrid en tren. Y mira que me gustaba. Me he borrado, imagino que al igual que muchos de ustedes, hartos de soportar la decadencia de un transporte de energía limpia y ejemplo de seguridad en otras comunidades autónomas. Y lo peor es que cada día me acuerdo menos de él. Qué pena seguir escuchando palabras más, palabras menos.

* Periodista