El infoshow de Marbella tiene glosa variada en todos los diarios. Incluso los críticos de televisión desmenuzan el pleno de la moción de censura del miércoles. Chapete explica en La Razón que lo vio por Antena 3, "comentado por los de Alicia Senovilla y sus colaboradores". Destaca una de las peculiaridades de la retransmisión: "Jesús Gil estuvo invitado y participó con su característica voz, apostillando en directo las frases y discursos rimbombantes del grupo de impresentables que gobiernan o desgobiernan la avergonzada localidad malagueña". Increíble, el urdidor de la moción, comentándola en directo. A Julián Muñoz, el crítico le ve de contertulio en programas de televisión: "Sin duda lo haría mejor que otros que se creen casi Jesús Hermida". Mucho más contundente contra el espectáculo es Fernando Pérez en Abc: "La jornada supuso el triunfo definitivo de la bobalización televisiva, una variante banalizante de la globalización planetaria que consiste en mezclar los géneros".

Hechos políticos (y judiciales) narrados por cronistas rosas, con un fiasco final: "Tanto bombo para que, a la hora de la verdad, la de la votación a mano alzada, los dos magazines --en Antena 3 y en TVE-- estuvieran a por uvas. Ninguna la ofreció en directo".

Más resignado, Eduardo Haro Tecglen hace su apuesta en El País: "No puedo hacer más que agradecer a las televisiones que pueden que paseen su espejo por los palacios de la mala vida, por los antros del poder oscuro iluminándolo con sus reflectores. Espejo oscuro, decía San Agustín".