Escritor

Para bolero el de Ravel y después el me muero, me muero de Olga Guillot. A Aznar, que ha terminado sus días con pinta de cantante de boleros, le va a suceder un hombre gris, capaz de taponar todas las grietas del PP sin mover un músculo de la cara. Tiene el defecto de los Austrias, a los que se les caía el labio inferior, lo que le impide modular la voz con naturalidad, pareciendo tener una patata constantemente en la boca. No habla mal, y solo falta saber si va a disponer de algún gritito especial cuando le diga a Zapatero lo de siempre, que no voy a repetir. Para no perder comba, en el último consejo de ministros no se aprobó la concesión del tercer canal, que llena de terror a las huestes populares, no se sabe si porque no se desea que oigamos a Celdrán, o porque quieren que se repita la historia que les volverá a pasar factura. Con este aparcamiento además se da una sensación de terror al canal regional que raya en la enfermedad. Esta primera negativa nos parece suicida, aunque ello demuestre a las claras la escasa fe que se tiene por un lado en el propio Gobierno de la nación, que va a seguir invirtiendo en cosas menores y de poca importancia, mientras el Gobierno regional, con valor heroico, se enfrenta a toda suerte de trampas. Porque esta es la verdadera realidad. Este Gobierno extremeño logra hacer milagros con sus presupuestos, y además sucede algo que hasta los ciegos lo ven: que lo que tocan se nota, como es el caso de la sanidad, donde sólo hay alguna muestra de prepotencia, como en mi, caso que fui por un vial de Urbason para inyectármelo un domingo y el farmacéutico me dijo que de pinchar nada , y tuve que llamar a un familiar médico. Es de esperar que estos excesos se curen con el tiempo, porque entre otras cosas la Constitución no dice nada del derecho a automedicarse don Guillermo, sobre todo en productos lejos de los alcaloides. O sea, que el consejero no lo hace mal, pero ojo con pasarse que somos mayorcitos.

Por supuesto el Gobierno central está más que pasado de rosca, y padece cierta inactividad ante el terror que le produce tomar decisiones, que remite siempre al desgobierno de la oposición, pues este ejecutivo no solo gobierna sino que también se hace la oposición flojita, según para qué cosas. Y lo de la televisión extremeña es algo inconcebible, pero cierto, ¿bajo la vigilancia del fiscal?