WLwa confirmación del ministro de Defensa, José Bono , de que el cuartel de Cáceres se ampliará en 300 hectáreas para acoger un regimiento con 900 nuevos soldados representa una de las mejores noticias posibles para la ciudad, tanto desde el plano social como económico. Cáceres es una capital sin músculo industrial, por lo que la universidad y el Cimov constituyen dos de sus principales pilares económicos. No puede, por tanto, permitirse el lujo de perderlos. No es extraño, por ello, que la sociedad cacereña, con José María Saponi a la cabeza, se haya movilizado en los últimos años para evitar que ciertos amagos de cierre del acuartelamiento de la carretera de Mérida se consumaran.

Bono ya garantizó en mayo del 2004 la continuidad y la ampliación del Cimov, y desde entonces se esperaba que diese a conocer, como así ha ocurrido, los detalles de su proyecto. Como ha destacado el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra , la incorporación de un nuevo regimiento de casi un millar de soldados profesionales tendrá un impacto económico similar a la instalación de una fábrica. El ministro ha cumplido pero ahora resta que se concrete la inversión y se aceleren los plazos, dos puntos en los que Bono prefirió no entrar ayer.