La Comisión de la Dignidad ha vuelto a reivindicar en Salamanca los papeles de la Generalitat de Cataluña requisados por el franquismo. El historiador Borja de Riquer Permanyer (Barcelona, 1945), que junto a Joan B. Culla participó meses atrás en la comisión mixta con otros dos historiadores designados por el Gobierno del PP, ha confirmado que los cuatro estuvieron de acuerdo en el hecho en sí de la devolución de fondos del archivo, pero discreparon en cuanto al número de documentos. "Si el Ministerio de Cultura --dijo anteayer De Riquer en Salamanca-- no hace públicos estos informes, lo haré yo mismo".

Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona desde 1988, Borja de Riquer es miembro de una familia catalana que se remonta a 15 generaciones de personajes variopintos, como explica en un voluminoso libro Martín de Riquer, prestigioso medievalista y padre de Borja. Este se ha especializado en el catalanismo histórico y en el siglo XIX español. Autor de libros y director de colecciones sobre la historia de Cataluña, llegó en 1996 a los lectores no universitarios con El último Cambó (1936-1947), obra en la que sostiene la tesis de que el líder de la Lliga apoyó a Franco porque representaba el orden. Con todo lo que sabe, De Riquer debe sufrir mucho con lo que está pasando con los legados de Salamanca.