Hay quien hoy día sigue empeñado en mantener en el olvido a las víctimas del franquismo a base de destruir lo que tan lentamente se está construyendo. El día 24 de agosto de 2002 se celebró en Barrado (Cáceres), en la Casa de la Cultura, el acto cultural de homenaje a don Severiano Núñez García, maestro fusilado en Plasencia el 16 de septiembre de 1936 tras ser detenido por las tropas de Franco. El acto de homenaje fue organizado por sus familiares, resultó muy emotivo, participando la mayor parte del pueblo y diversas autoridades de las localidades en las que ejerció como maestro. Al finalizar se descubrió una placa colocada en la casa donde nació y vivió con el siguiente lema: "Aquí nació y vivió Severiano Núñez García, maestro nacional de la República". Pues bien, en el setenta aniversario de su muerte, dicha placa ha sido arrancada, al parecer por los actuales propietarios de la vivienda. Una sencilla placa que sólo pretendía recordar y recuperar la memoria de una de tantas personas a las que con su fusilamiento y desaparición, su enterramiento en una fosa común, se quería imponer un castigo adicional a la propia ejecución, castigando a sus familiares, amigos y conocidos buscando el olvido, el desarraigo de su comunidad, borrando todo rastro de su memoria y culpabilizando a la víctima de lo que había sucedido. Recordemos también que quien fue alcalde de este pueblo, Casimiro Sánchez, fue fusilado y enterrado en un sitio aún desconocido para sus propios familiares que han hecho todo lo posible por encontrarlo, aunque aún sin resultados positivos. Actos de barbarie de este tipo no pueden volver a repetirse, no puede permitirse que sus nombres sean borrados de nuevo de su comunidad.

Angel Olmedo Alonso **

Mérida