Los últimos destacamentos militares españoles de Mostar han abandonado la ciudad este verano, tras embarcar en el puerto croata de Ploce todo el material acumulado durante 15 años, después de entregar a diversos centros de la ciudad del Neretva todo lo aprovechable.

Por allí habrán pasado 38 distintas agrupaciones tácticas españolas. La primera, llegada en noviembre de 1992, con bandera de la ONU. Las siguientes lo harían con bandera de la OTAN y, finalmente, con la de la Unión Europea. Todo un capítulo de sucesión de mandos y responsabilidades para interpretación de los analistas en Derecho Internacional.

En lenguaje llano, yo diría que se acudió al principio pensando que aquello tenía arreglo diplomático y tratamiento humanitario, y que cabía en el articulado del capítulo VI de la Carta de Naciones Unidas. Ante la gravedad de la situación, hubo que hacer uso de la fuerza, puro capítulo VII. Finalmente, la irresponsable Europa de comienzos de los 90, algo más consolidada en estructuras de seguridad y política exterior gracias a la tenaz labor de un hombre que ha quemado parte de su vida en ello, el español Javier Solana , ha lavado su conciencia finalizando la misión e invirtiendo en infraestructuras, bienes de equipo e instituciones, entre ellas las importantes de seguridad y defensa.

XTODO UNx ciclo, que incluye enormes dolores y sufrimientos de la población, que --alguien lo estará también estudiando-- podría haberse evitado, con una política preventiva más firme y si los países europeos hubiesen actuado más unidos desde el primer momento. Los planes de contingencia iniciales se redactaron en la sede del Primer Ejército Francés, en Metz. Los representantes de ocho países que trabajamos en ellos vivíamos en hoteles diferentes, de paisano, con órdenes de mantener la confidencialidad para evitar que l a opinión pública pensase que íbamos a hacer la guerra.

También nos ha sacudido el dolor a nosotros en los Balcanes: 18 fallecidos no es una cifra gratuita. Más: ¿cuántos enfermos y heridos? ¿Cuántas horas de angustia de familiares en España? ¿Cuántas llamadas telefónicas? ¡Más de 30.000 soldados desplegados en estos 15 años! ¡Más de 30.000 familias y amigos preocupados!

Aquí, todo esto ha pasado más o menos desapercibido, faltos peligrosamente de una política de conciencia nacional, cuando estos soldados son parte importante nuestra: familiares, amigos o simplemente ciudadanos en armas, pero esencialmente nuestros. Nuestros, cumpliendo lo que juraron servir; sabiendo, además, que no tienen la exclusividad del sacrificio.

Sí lo reconoció el alcalde de Mostar, Ljubo Beslic , el pasado 4 de mayo, en el acto oficial de despedida, celebrado en la plaza de España de la ciudad bosnia: "Gracias por todo lo que habéis hecho".

Muchas vivencias aparecen hoy, al reflexionar sobre esta misión, tan eficaz y limpiamente desarrollada: los recelos iniciales del ministro Narcís Serra a la hora de enviar a la Legión, un cuerpo cuya disolución estaba prevista en el programa electoral y que, en línea con su historia, dio desde el comienzo un ejemplo de sacrificio y abnegación enormes; la visita del Rey en enero del 2000; la pasarela sobre el Neretva construida por nuestros ingenieros salvando el paso tras la destrucción del histórico puente de Stari Most; el propio día en que se reinauguró el puente; los aterrizajes en invierno en el aeropuerto de Mostar, nevado y con nieblas bajas; un día de Navidad perdidos con un grupo de reporteros en el aeropuerto de Dubrovnik; las evacuaciones de heridos... ¡y cuántas horas de preocupación y de trabajo!

Bosnia sirvió de lección para otras expediciones, aunque en este tipo de misiones jamás se acaba de saber todo. Se abrió un sistema de financiación más ágil, que entre nosotros llamamos del 2.28 . Este es el número de un capítulo de los presupuestos generales del Estado abierto a contingencias de gastos no previstos, como suelen ser las misiones en el exterior. Bosnia supuso además una proyección exterior de fuerza, como si se tratara de una generación más avanzada de misiones de las Naciones Unidas, si se compara con las de los observadores que acudieron a Namibia, a Centroamérica, a Angola o a Haití.

Con la gente que trabajó en Bosnia tiene el Ejército una deuda. Ahora que se discute tanto sobre condecoraciones, hay que tener en cuenta que aquellos tiempos no se prestaban para hablar de héroes, y se ocultaron simplemente muchas acciones. Sería de justicia revisar viejos expedientes y propuestas.

Pero el hecho de que no se hablase de ellos --del teniente Muñoz , el teniente coronel Fidel Dávila , el general Carvajal , el coronel Zorzo -- no resta importancia a su sacrificio. Como dijo el alcalde Beslic ante el coronel Yrayzoz , que mandó la última agrupación (la Cádiz XXX): "Nada habría sido posible sin vuestra ayuda".

Bien saben los bosniost que les deseamos lo mejor, en este nuevo andar democrático, sin la presión de la dictadura, sin la presencia tuteladora, pero incómoda, de contingentes militares extranjeros, reconociendo, no obstante, que aportaron su sacrificio y esfuerzo.

¡Misión cumplida!

*General