TAtlgunos grupos económicos españoles, los más grandes, han avanzado sus resultados del primer semestre y en ellos es posible encontrar elementos de esperanza, en un clima de pesimismo dominado por la influencia del desempleo, que en España duplica la media europea, con 4.645.000 parados, el 20,09% de la población activa, según la EPA. Simultáneamente, los mercados financieros empiezan a considerar a España menos vulnerable, tras conocerse las perspectivas de sus bancos y cajas de ahorros ante hipotéticos escenarios adversos. No es mucho, pero algo es algo ante la cascada de malas noticias que dominan el panorama socioeconómico del país.

Tras dos ejercicios consecutivos de caídas, las grandes compañías llevan tres trimestres seguidos mejorando sus resultados, lo cual podría dar alas a un cierto optimismo; sin embargo, hay que tomarlos con cautela, ya que sus beneficios no siempre reflejan lo que acontece en España, al tratarse de empresas muy internacionalizadas que incorporan, por tanto, los márgenes obtenidos en otros mercados donde las cosas no van tan mal como aquí. Además, el segundo trimestre fue peor que el primero, por lo que las cautelas aumentan.

Ejemplos de todo ello son Telefónica, Santander o BBVA, que en España ganan una tercera parte del total, o incluso menos, como ya le pasa al banco de Botín . Lo que sí es cierto es que las empresas que van mejorando ya no lo hacen solo a base de contener sus gastos, sino que también son capaces de incrementar los beneficios elevando sus ventas, aunque de momento lo hagan más en el exterior que en España.

Más en general, la economía española está dejando atrás la recesión, si bien lo hace de manera muy anémica, con brotes verdes que apenas salen del suelo. Así, analistas citados por el diario El País creen que el Banco de España adelantará esta semana entrante el dato de crecimiento del PIB durante el segundo trimestre, para el que esperan un 0,2%, superior al 0,1% registrado entre enero y marzo. Para el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho , es fundamental que su controvertida reforma laboral contribuya a crear un clima de confianza en el potencial de crecimiento, de modo que se recupere la creación de empleo cuanto antes, pero la realidad, al menos de momento, indica lo contrario o brinda un escaso margen de optimismo. Es lo que hay.