XLxa pasada semana política, ha estado marcada por una magnífica noticia, como es la creación de una comisión política PSOE-PP, que aborde los temas más espinosos con los que se enfrenta el Estado. Capitales son las cuestiones referentes a las reformas constitucionales, en donde los acuerdos son imprescindibles, dada la necesidad de disponer de una mayoría cualificada; la reforma de los estatutos, si no imprescindible sí es absolutamente conveniente, utilizando la acertada terminología de la vicepresidenta primera del Gobierno, el entendimiento entre el PSOE y el PP; que junto con otros dos temas como son la financiación autonómica y la financiación de la Sanidad, constituirán las cuatro cuestiones básicas sobre los que trabajará la comisión que se crea. El Gobierno contento, la leal Oposición, que no debe olvidar ser precisamente ahora más leal que nunca, ha sido rotunda a la hora de expresar satisfacción y los ciudadanos mucho más serenos que hace unos días, respiramos con mucha mas tranquilidad que antes.

La comisión pactada, por los temas incluidos a debatir, va mucho más allá de una respuesta contundente al Plan Ibarretxe, que también lo es, y justamente la que menos deseaba el Gobierno vasco, que ha hecho todos los esfuerzos que estaban en su mano para evitar este entendimiento. La satisfacción no debe hacernos olvidar, que estamos ante el primer paso de un largo camino lleno de dificultades, pero en el que a pesar de ellas resulta imprescindible alcanzar la meta.

Momentos antes de la reunión de Zapatero y Rajoy en la Moncloa, pero con antelación suficiente para que el mensaje fuese conocido por ambos, Otegui dirigente del brazo político de ETA, leía una carta en la que ofrecía a Zapatero la posibilidad de ser el Tony Blair español. Nos imaginamos que Otegui no se refería a lo de mandar tropas a Irak y sí al comportamiento en Irlanda. Pues por aquello de que no hay libro malo que no tenga algo bueno, hay que hacerle caso, y prepararnos para suspender la autonomía de Euskadi, si se desafía a nuestro marco legal y se desacatan las leyes existentes; por mucho menos está suspendida la autonomía del Ulster por Tony Blair precisamente. Que quien mata deje de hacerlo, es algo de lo que siempre a título individual, y sólo individual, debe alegrarnos, pero más allá de esto, nada.

De todas formas, resultaría sorprendente, que todavía pudiera haber gente bien intencionada, que negase los evidentes signos de coordinación entre todos los soberanistas vascos, pacíficos, menos pacíficos y violentos. O ¿Acaso la lectura de esta carta, no tiene nada que ver con la magnífica y cabal bofetada política que el día anterior recibía Ibarretxe y unas horas antes Atutxa en el Congreso de los Diputados?

Las tensiones territoriales de algunas zonas de España nos vienen desde hace siglos y se curarán en siglos, hay que llevarlas con mucha firmeza pero con igual paciencia y no menos naturalidad.

La paciencia es la virtud que mayor longevidad ha dado a las naciones, y debe ser verdad, eso de más paciencia que un chino, como paradigma de la misma, y alguna relación habrá con que China entre en su quinto milenio como nación y la proverbial paciencia de los chinos. Los españoles, no tenemos precisamente fama de ser demasiado pacientes, más bien de lo contrario, así que hagamos de la necesidad virtud.

Debemos acostumbrarnos a un quehacer cotidiano al margen de los pulsos territoriales, con paciencia china que da unos magníficos resultado históricos. La crispación no puede ser nuestra, y cuando digo nuestra, nos estamos refiriendo a España y los españoles, estén en el territorio que estén; las frustraciones y las iras serán de otros, más bien de los otros, de los que pretenden ser tan distintos que se niegan a compartir un proyecto común, y para éstos la única respuesta posible es la de la firmeza ejercida con la ley y desde la ley.

*Ingeniero y director general de Desarrollo Rural del MAPA