WLw a tasa interanual de crecimiento de la economía española al acabar el segundo trimestre del año fue del 3,6%, y la intertrimestral, del 0,9%, una décima más que el trimestre anterior. Dentro de la UE, solo Letonia (8,6%) y Suecia (5%) superan el ritmo de crecimiento interanual del PIB español, muy por encima de los de Alemania y Francia, en clara recuperación después de un largo periodo de atonía. No hay duda de que estos datos se inscriben en el ambiente general de bonanza de la economía de los Veinticinco --2,6%--, pero las causas del crecimiento español contienen algunos ingredientes que hacen pensar que nos hallamos al inicio de un cambio de modelo de expansión de nuestra economía.

Los factores más novedosos del crecimiento son la recuperación de las exportaciones, el aumento de las inversiones en bienes de equipo y la tendencia al alza de la actividad industrial. En cambio, la demanda interior pesa algo menos que hasta ahora y la apreciación del euro ha corregido en parte el efecto del encarecimiento del petróleo, que engorda la cuenta de nuestras importaciones. Lo más positivo de la combinación de todos estos datos es que nuestra economía se mantiene entre las que más crecen, y el sector exterior empieza a contrarrestar el calentamiento provocado por la demanda interior, con el consabido efecto inflacionario --la tasa interanual ha llegado al 4%-- y el empobrecimiento de las rentas más bajas.