WHwoy comienza una nueva temporada. Otro año de la Liga de las Estrellas y otro año para confirmar el mal momento por el que atraviesa el fútbol en esta región. Lejos quedan los años de gloria del Extremadura y el Mérida compitiendo con los grandes de este país.

Hoy comienza la Liga de fútbol, el torneo que mueve más pasiones y más dinero en este país, y todavía no sabemos si los partidos serán televisados en abierto y en fórmula de pago. Las negociaciones entre propietarios de derechos y operadores de televisión siguen, un año más, tensándose hasta última hora ante el estupor de unos aficionados que esperan el inicio del campeonato con una mezcla de ilusión y desasosiego. A este incomprensible laberinto de intereses que pone en peligro el fútbol televisado --el primer espectáculo del país en la pequeña pantalla-- se suma la avalancha de noticias de última hora sobre fichajes y traspasos de los grandes clubs para cerrar sus plantillas.

Y en este capítulo merece especial mención el Real Madrid, club que conquistó la última Liga y que, pese a ello, ha desembolsado 119 millones de euros en la contratación de ocho jugadores. En la noche del miércoles se daban a conocer los fichajes del holandés Arje Robben, por 36 millones, y del argentino Gabriel Henze, por 12. Unas semanas antes, se había contratado al brasileño Pepe, un defensa no demasiado conocido, por 30 millones. Es evidente que este año el club blanco ha reventado el mercado.

La pregunta es si semejantes desembolsos no acabarán repercutiendo en el conjunto del funcionamiento del fútbol. Las televisiones cada vez se lo piensan más antes de pagar las desorbitadas cantidades que les piden los propietarios de los derechos de los clubs. Y estos, a su vez, dependen de los ingresos televisivos para confeccionar sus multimillonarias plantillas. Esperemos que entre todos no se esté creando una burbuja que acabe por pincharse de forma traumática.

Mientras, en Extremadura, consumada una temporada llena de despropósitos y huérfana de éxitos importantes, el fútbol extremeño se encuentra hoy en su nivel más bajo de las últimas décadas. Solo el Mérida, que a última hora evitó el descalabro en perjuicio del Extremadura, competirá esta campaña en categoría nacional. Ahí se acaba todo. Más arriba, la nada más absoluta. Una situación insólita, pero lógica, si tenemos en cuenta la caída en barrena de los tres referentes regionales: Badajoz (con respiración asistida desde el pasado verano), Extremadura (desterrado por impago a Regional Preferente) y Mérida (lejos de la mejor salud que mostraba antaño, pero no tan decrépito como sus paisanos).

El panorama es francamente desolador, pero quien no se consuela es porque no quiere. A falta de pan... buenas son tortas. En Tercera, el telón de la próxima temporada se abrirá con los mejores actores extremeños... menos uno. De todas formas, los críticos coinciden: mucho nombre, poco caché. Esto es, mucho histórico venido a menos. Y, además, otro dato que llama poderosamente la atención: 16 equipos de Badajoz por tan solo 4 de la provincia Cáceres. Es el signo de los nuevos tiempos.