Escritor

La Casa Blanca debe de estar preocupada, porque ponerle a Bush en el camino de Damasco la visita a Auschwitz no tiene otra razón que han debido saltar todos los timbres de alarma, aunque nunca cesan los tonos velados de las acusaciones. Es decir, que cabreado, sigue cabreado, y si va a ver los hornos crematorios es para disimular, porque él en Tejas los tiene todavía oliendo a chamusquina. Bush no perdona. Pero todavía están por aclarar muchas cosas, sobre todo la de la propia guerra contra un ejército que no se sabe si existía, y un dictador, que de haberlo detenido un comando medianamente formado, nos hubiéramos ahorrado los bombardeos horribles. A España, parece ser que no viene, me imagino que es para no despertar de nuevo el "no a la guerra".

Por cierto, suponemos que Bush habrá enviado sus condolencias por la muerte de los 62 militares, que de haber una relación fluida, tampoco hubiera venido mal que uno de los miles de aviones de transporte americano hubiera llevado y traído a estos soldados, eso sí, pagando la gasolina. Hay cosas que no se entienden. Como los finales de funerales en este país, que aplauden a Aznar y silban al pobre Zapatero, como si la cosa estuviera orquestada. El público que va a estos funerales debieran hacerse todos un psicoanálisis al final, pero claro si se hubiera psicoanalizado a Franco, nos hubiéramos ahorrado una guerra civil. No sé, incluso, si algún miembro del PP habrá acusado a Zapatero del desastre del avión ucraniano, pero ya se sabe que a Zapatero hasta Haro Tecglen le afea que se pusiera de luto riguroso en la ceremonia de los 62. ¿Cómo acertar en este país si eres socialista? Se ve que sólo a Bono y Rodríguez Ibarra, que se despachó con Saura, y también se lo afean en El País.

La política no termina uno de entenderla y además es una mariconada que en España siempre es todo más complicado. Vamos a ver de aquí a las generales lo que le inventan al rojo de Zapatero. Los Premios a la Creación en Extremadura se han puesto grandiosos y le están haciendo la competencia a los Príncipes de Asturias.

¿Qué estaría pensando Bush delante de los hornos? ¿Le parecerían pocos?