El Cáceres 2016 se despertó ayer del sueño y comprobó que el ascenso se había esfumado. Los verdinegros seguirán jugando la próxima temporada en la LEB Plata de baloncesto tras sucumbir ante el potente Illescas en la final a cuatro que se celebra en la capital cacereña. La derrota fue especialmente amarga. Todas las condiciones parecían favorables para la victoria local: un equipo cuajado, una afición enfervorecida, el factor cancha a favor... Sin embargo, la lesión de Panadero, la acumulación de faltas en hombres claves, como Harper y Gruber, y la solvencia del rival toledano dieron al traste con las ilusiones de un público que demostró que sí es de oro. Ahora toca levantarse. No se debe perder un minuto más en lamentar la derrota. EL PERIODICO ya decía en su edición de ayer que la principal victoria se había logrado antes de saltar al pabellón Multiusos, y no es otra que haber recuperado la afición por el básquet en Cáceres. Ese es el gran pilar del club. De cara a la temporada 2008/2009 es de vital importancia que el equipo, al menos, no pierda el nivel deportivo alcanzado este año. En el plano económico, hay que ponerse a trabajar desde el lunes. Articular un proyecto sólido y con mayor presupuesto debe ser un compromiso de todos.