Ayer tuvo lugar la inauguración de la primera parte del desdoblamiento de la carretera Ex-100, desde Badajoz a Gévora. A partir de ahora, los automovilistas que se dirijan a la capital pacense no tendrán que hacerlo desviándose por la autovía Madrid-Lisboa y entrando seguidamente por el polígono industrial El Nevero.

Acaba así la mitad de la conversión en doble vía de 5,5 kilómetros de la carretera que une Cáceres y Badajoz. Falta ahora desdoblar el carril contrario. Según las previsiones del consejero de Fomento, José Luis Quintana, el plazo para ello será de un año.

Esta obra, que fue aprobada por el Gobierno regional cuando todavía en su seno había resistencias a convertir en autovía la carretera que une las dos capitales de provincia, fue ´vendida´ entonces como una pequeña concesión a la presión social sobre la misma. Menos mal. Porque en estos momentos, y según publicaba el pasado domingo este periódico citando datos oficiales, ese tramo es, de los que todavía no están convertidos en autovía, el que más tráfico soporta de la región y, por tanto, el que más argumentos alberga para el desdoblamiento. La obra abierta ayer es el primer capítulo de un mayor acercamiento entre Cáceres y Badajoz.