Cuando yo llegué a Cáceres no sé cuántos habitantes tenía la ciudad. Guardo recuerdos confusos de aquellos años felices, entre los que se mezclan una copiosa nevada, visiones fugaces de un burro cuyo amo dejaba atado todas las mañanas a un árbol de la Avenida Virgen de Guadalupe, locales de copas ruidosos en la Madrila y glamurosos en la Virgen de la Montaña, un enorme cine Coliseum, el lujoso edificio de Las Chicuelas y un establecimiento comercial magnífico, donde encontraba siempre lo que buscaba, de nombre El Requeté. Recuerdo también el mercado franco en Camino Llano, tan cerca y tan cómodo, los paseos por la parte antigua y la emoción de descubrir su grandeza y su quietud, las dos ferias, una en mayo y otra en septiembre entonces en los Fratres.

Cánovas repleto de niños. Y aquel inolvidable concierto de Serrat en la Plaza de toros. La carretera desde Madrid era in, había que atravesar Talavera, pasar Miravete y cruzar Trujillo. Pero entonces era joven y durante un año hice el penoso trayecto todas las semanas para compartir sábado y domingo con mi familia.

Este periódico ha colgado en el Paseo de Cánovas la historia de casi cien años de esta ciudad en imágenes y la iniciativa que une información y recuerdo, grabado en tinta, como se ha anunciado, además de ser hermosa, instructiva y elocuente, despierta por un lado la satisfacción de escribir en este diario, y, por tanto, formar parte también de su historia, pero también un sentimiento agridulce hecho de cariño a la ciudad y de nostalgia.

Mucho ha cambiado España desde entonces y también Cáceres. Justo es reconocer que la autovía nos ha acercado al resto de nuestra patria pese a que el Talgo de entonces era mucho mejor que el tren que ahora tenemos, precisamente cuando, veinticinco años después de ese AVE, que en palabras de Rajoy ha vertebrado España, sigue sin esperarse en la todavía demasiado olvidada Extremadura. Y la muestra que este diario nos regala permite también, querido lector, preguntarnos si la evolución de nuestra capital se corresponde con la del resto del territorio.