Lo dice hasta la Guía Empresarial elaborada por la Dirección General de Promoción Industrial de la Consejería de Economía. El eje empresarial conformado por Trujillo y Cáceres lidera en los últimos años el crecimiento en nuestra comunidad autónoma. Aunque es constatable el hecho de que Badajoz se mantenga como referencia industrial, sorprende del informe que el valor añadido bruto de lo que denomina como meseta cacereño-trujillana haya crecido dos puntos por encima que el área de Badajoz en el período comprendido entre 1999 y 2001, con una tasa de incremento de un 27%. En términos globales, siete comarcas extremeñas acaparan el 83% de la actividad empresarial, según la guía.

Ante este escenario, y sobre todo teniendo en cuenta la precariedad de recursos destinados al desarrollo e incentivación de proyectos industriales en la provincia de Cáceres, caben hacerse varias preguntas. ¿Cómo transformará dicho eje cacereño-trijillano la economía provincial una vez estén interconectadas por autovía ambas plazas? ¿Serán las infraestructuras, sobre todo el AVE y la Autovía de la Plata, el gran trampolín que definitivamente sitúe a la empresa cacereña en condiciones de competir en un mercado abierto? Sin duda, los próximos años serán decisivos para poder comprobarlo.