WEw l Plan General Municipal de Cáceres, el documento que marcará el desarrollo de la capital durante los próximos 50 años y que incluye la operación urbanística que permitirá la implantación de El Corte Inglés en el solar de las Carmelitas, fue aprobado ayer de forma provisional tras más de un año de confrontaciones políticas y alguna que otra polémica ciudadana. Finalmente, el texto sale adelante con los votos del PP y el concejal Felipe Vela, pero sin la utópica "unanimidad" que solicitaba el miércoles el alcalde, José María Saponi, puesto que estaba cantado que el PSOE se abstendría y que IU votaría en contra. Por encima de las sospechas manifestadas --que no demostradas-- por la oposición, lo verdaderamente relevante es que el plan de urbanismo nace avalado por el órgano democrático por excelencia de la ciudad, el pleno municipal. Y, por si quedaran suspicacias, el documento se expondrá al público un mes para alegaciones y, en última instancia, será fiscalizado por la Junta, que tiene en su mano aprobarlo o no antes de su aplicación definitiva. Una vez terminada la tramitación deberían quedar despejados, por tanto, todos los interrogantes sobre presuntos pelotazos urbanísticos que cierto sector de la sociedad cacereña sigue manteniendo. Es lógico que haya opiniones para todos los gustos sobre si las más de 57.000 nuevas viviendas previstas son o no exageradas, o si los pisos asociados a la ´operación Corte Inglés´ generan un innecesario ´Manhattan´ en las Carmelitas. Pero lo sustancial es si esto es legal o no, y al final del proceso no debe quedar un ápice de duda sobre ello.