La exhumación del cadáver de Salvador Dalí (se hizo embalsamar, faraónico) solo servirá para glorificar aún más a quien ya se glorificaba a sí mismo cada día. Pero así lo ha ordenado una juez cuyo nombre es oportuno silenciar para que no vaya asociado en el futuro a Pilar Abel, la señora que dice ser hija de Dalí y por cuya demanda se realizarán las pruebas de ADN. No es la primera vez que la señora Abel reclama ser hija de Dalí, pero la juez, esta juez, esta vez, considera que las pruebas pueden ser pruebas. La primera es que la madre de la señora Abel reveló a su hija que tuvo sexo con Dalí. La segunda, que la señora Abel dice parecerse físicamente a Dalí. Y la tercera, que la abuela de la señora Abel le dijera con frecuencia: «Eres tan rara como tu padre». No consta que la juez considere también como prueba el que la señora Abel, que fue famosa en la televisión de Girona por trabajar durante ocho años leyendo las cartas del tarot, sepa de su paternidad por (e)videncia astrológica.

Pruebas aparte, en la vida de la señora Abel hay también un antecedente. En 2005 se querelló contra el novelista Javier Cercas por considerar que el personaje Jasmine que aparece en Soldados de Salamina es ella, o está inspirado en ella, ya que el nombre artístico de la señora Abel en sus años de tarot era precisamente Jasmine, por no hablar de los tacones de aguja, las minifaldas ajustadas y el pelo oxigenado del personaje de Cercas, que el novelista habría copiado de la señora Abel cuando la señora Abel ejercía de Jasmine.

Aquella querella, desestimada, ascendía a 600.000 euros en concepto de indemnización, y no como ahora, que la señora Abel únicamente quiere saber si es hija de Dalí, pese a que los malpensados se pregunten para qué quiere la señora Abel un padre muerto después de vivir 61 años sin padre y que el abogado de la demandante responda que no se trata de cualquier padre y que a su cliente, si se confirma que es hija de Dalí, le corresponderían dos terceras partes de la herencia y los derechos de autor, más el apellido, claro. Y unos cuantos programas de televisión, se le ha olvidado añadir.