Ni el PSOE, ni Izquierda Unida, ni CCOO tienen fácil que se entienda su proceder en la renovación de los órganos de gobierno de Caja Madrid. Tras el fiasco socialista para alcanzar el gobierno de la Comunidad de Madrid, los partidos y las distintas corrientes de los sindicatos no han conseguido limar sus diferencias para impedir la presencia en el consejo del secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada. Un personaje en entredicho, cuestionado en privado incluso por dirigentes del PP y que tuvo un papel destacado en la trama que hurtó la victoria electoral al PSOE.

En plena campaña electoral para volver a elegir la Asamblea de Madrid, el espectáculo no es una buena noticia para el futuro de la izquierda plural. Pero tampoco para la cuarta entidad financiera de España. La imposición de Romero de Tejada en el consejo por parte del PP pone de manifiesto un alto grado de interferencia política, que no contribuye a refrendar la confianza que han puesto en las cajas los clientes e inversores. El papel de la sociedad civil debe ser mayor, porque actuaciones como las de Caja Madrid sólo ayudan a quienes abogan por la privatización de estas entidades.