XRxecuerdo, de ello hace ya más de treinta años, que entre algunos ciudadanos de Badajoz y Cáceres se creó un movimiento de reivindicación para la mejora y acondicionamiento de la carretera que separaba las dos ciudades; digo bien, separaba , porque era una carretera estrecha y tortuosa que apenas nadie transitaba si no era por obligación.

Además de poco transitada, era peligrosa y famosa por los accidentes de personajes conocidos, como aquél de la Chunga, flamenca de la época que destrozó su Mercedes en el puente que, a partir de entonces, ha llevado su nombre; o la curva donde el equipo de baloncesto, precursor del Cáceres CB, volcó con fatales consecuencia para alguno de sus componentes.

Con la llegada del Estado de las Autonomías, la famosa carretera se adecentó y, de ser una de las menos frecuentadas, pasó a tener un tráfico intenso de alumnos y profesores de la Uex, de cacereños que van a El Corte Inglés y de pacenses que vienen a conocer la ciudad hermana. Realmente esta vía ha cumplido un importante papel en la vertebración de la región. Lo que no ha cambiado mucho es la peligrosidad de la misma, sobre todo de noche; la famosa curva del kilómetro 28, las vacas sueltas del kilómetro 16, los venados de la Sierra de San Pedro, se encargan de demostrar que el paso dado hace 20 años no ha sido suficiente.

Los mismos argumentos que en los años setenta daban esos ilustres y clarividentes paisanos, son válidos hoy día; la completa integración regional no se producirá sin que las dos capitales de ambas provincias estén unidas por una vía rápida y segura de comunicación, y eso en el siglo XXI se llama autovía.

Siendo en sí misma suficiente la razón de facilitar el tránsito local entre dos ciudades que representan casi el 30% de la población de Extremadura, existen además razones estratégicas a nivel de la red internacional de comunicaciones; una parte del tráfico entre la zona centro de Portugal y Europa, cuya salida natural es esta carretera, está desviándose hacia el norte entrando en España por Salamanca. La experiencia que Catelsa Cáceres tiene en el tráfico internacional de mercancías (exportamos a Europa el 70% de la producción), nos pone de manifiesto cada día que Cáceres está fuera de los circuitos internacionales de transporte y tenemos graves problemas con nuestros clientes por este tema, poniéndose incluso en peligro contratos que ya tenemos y que los clientes nos sugieren que los fabriquemos en otras empresas del grupo mejor comunicadas.

Todas estas razones son conocidas por nuestros políticos, pero desgraciadamente para todos, el tema ha sido planteado como batalla partidista entre el PP y el PSOE; éste hubiera sido un tema importante a nivel regional para que nuestros políticos demostraran que son capaces de consensuar, palabra de moda. Ahora, para justificar una posición en contra, se buscan descalificaciones como la de que esta vía de comunicación es "insolidaria". ¿Se dijo, cuando se realizó una línea especial para alimentar el proyecto siderúrgico de Jerez de los Caballeros, que con el dinero invertido en ella se podría haber mejorado una parte importante de la red eléctrica extremeña?; las inversiones tanto a nivel de empresa como a nivel de región, opino, deben hacerse pensando en el crecimiento que con ellas se va a generar y no con la idea de contentar a todos; y lo mismo que el proyecto siderúrgico ha demostrado que todos los apoyos recibidos estaban justificados, estoy seguro que la inversión en esta autovía nos demostraría a corto plazo que es una fuente de mejora para todos los extremeños. El otro argumento es que por su impacto medioambiental es "radicalmente inviable", ¿acaso esa misma siderurgia no presenta problemas importantes de impactos medioambientales, que están recibiendo su correspondiente tratamiento?; y una cementera, ¿no presenta problemas de impacto medioambiental?, que serán tratados igualmente, ¿y una refinería?, todos ellos por ser proyectos estratégicos para Extremadura deben ser defendidos pese a sus peligros. El problema de la autovía Cáceres-Badajoz reside en que nuestro gobierno regional no ha sabido ver todavía el interés estratégico que esta vía de comunicación tiene y la obligación de los que estamos convencido de ese interés es el llegar a convencerlo.

Si este humilde artículo pudiera servir para que este importante tema encontrara otro ámbito de discusión distinto al puro enfrentamiento político, me sentiría satisfecho. ¿Por qué no se crea una comisión de expertos del mundo empresarial y de la universidad para que emitan un informe objetivo sobre este tema?, y si del mismo se deduce que la Calle Mayor de Extremadura es importante para la región, que se haga, con dineros regionales o del Estado; eso sería lo de menos.

*Director gerente de Catelsa