Tras reafirmar que continuaba a los dos días de las elecciones, contra lo que esperaba el ala derecha del Partido Popular, Mariano Rajoy ha guardado silencio sobre el futuro. Y el suspense al que ha sometido a la militancia de su partido, censurado por muchos medios de comunicación de la derecha, empezó a ser despejado ayer, pero con extrema cautela. El nombramiento más esperado, el de portavoz en el Congreso, recayó en Soraya Sáenz de Santamaría, ya antes de la decisión de ayer una de las estrellas más claramente emergentes en el firmamento del PP.

La lectura política que se extrae de esta designación es que Rajoy quiere, esta vez sí, tomar el poder y nombra por ello a alguien ajeno a las batallas pasadas y que tiene la inequívoca característica de ser de su total confianza, ya que Saénz de Santamaría empezó a trabajar con él (y con el PP) cuando era vicepresidente. Y además es abogada del Estado, garantía de preparación, es joven (36 años) y es mujer, cualidades que pueden visualizar un nuevo PP, más abierto y meritocrático.

Al mismo tiempo, la operación del nombramiento de la portavoz tiene otra consecuencia: reduce la cuota de poder de la derecha del PP, ya que el cargo no va a Pizarro ni al propio Acebes, porque una tentación --que hubiera resultado a todas luces equivocada-- podría haber sido utilizar la ocasión para dejar libre la secretaría general.

La otra indicación --la entente con los barones regionales que no apostaron por Aguirre-- también se trasluce, aunque con la prudencia de rigor. El congreso será en Valencia, la tierra de Francisco Camps, el barón más fuerte después de Aguirre. El presidente del comité organizador es Ramón Luis Valcárcel, barón de Murcia, donde el PP ha tenido grandes resultados. Gerardo Camps, consejero de Economía valenciano, presidirá una ponencia económica sin ningún tenor económico y en la que participará la emeritense Engracia Hidalgo, consejera de Hacienda de la comunidad de Madrid. Y en la ponencia de estatutos destaca Alberto Núñez Feijóo, barón gallego. La ponencia política, que preside María San Gil, símbolo del PP vasco, y en la que figura la catalana Alicia Sánchez Camacho, indica que Rajoy cuida las formas, pero al mismo tiempo maniobra para no descubrir todo su juego.

Pero la gran incógnita sobre el futuro del PP es el sucesor de Acebes en la poderosa secretaría general. Pío García Escudero ha sido confirmado como portavoz en el Senado, pero ello no le excluye para tal cargo. Ha sido el director de campaña de Rajoy y no está enfrentado a ningún sector del partido. Habrá que esperar al congreso de junio.

Ahora sabemos que Rajoy quiere mandar y hacer virar al PP hacia una evolución moderada y controlada que vaya borrando la imagen más crispada y derechizada de los últimos ocho años. Veremos si es suficiente para situarse en el centro político sin soltar lastre a la derecha, el objetivo de Rajoy. Su discurso y su voto ante la investidura del presidente Zapatero darán nuevas pistas.