DEdl Partido Popular de Extremadura ya alertó que la Campaña Futuro, inventada por Rodríguez Ibarra en el discurso del Día de Extremadura del 2001, para afrontar el problema de los jóvenes y el alcohol, sólo era una nueva campaña propagandística. A la vista de los resultados de la encuesta sobre consumo de drogas en la población escolar extremeña, que ofrece datos tan alarmantes como que los escolares comienzan a consumir alcohol a los 13 años, tres años antes que en el anterior estudio; que el 48% se haya emborrachado alguna vez, doblándose la cantidad de los que lo hacían cuando se inició esta campaña; que el 10% de nuestros escolares tenga la percepción de consumir mucho alcohol y que nada menos que un 32% haya declarado que consumen cannabis, incluidos los 3.000 que toman cocaína habitualmente, muestran que las acciones emprendidas no pasan de la faceta de ocurrencias.

Por tanto, con los datos en la mano, hemos de deducir que la Junta de Extremadura no tiene respuesta ante este problema, que a pesar de los ingentes recursos humanos y económicos puestos a disposición de la Campaña Futuro, en la que, recordemos, estaban implicadas nada menos que cuatro consejerías --Educación, Sanidad, Cultura y Presidencia--, además de la Federación Extremeña de Municipios y Provincias y el Consejo de la Juventud, ha sido incapaz de movilizar a la sociedad en torno a la situación en la que viven nuestros jóvenes y encontrar soluciones alternativas.

Recordemos que la Campaña Futuro, concebida para buscar soluciones para atajar de raíz el consumo de alcohol y otras drogas, entre los escolares extremeños. ¿Cual ha sido el resultado? En los datos anteriores queda reflejado el fracaso de unas políticas de ocurrencias, carentes de rigor y seriedad. Con problemas tan serios, que afectan de lleno a la juventud, no caben improvisaciones ni estrategias electorales. En la presentación de la campaña, el presidente de la Junta insta a los jóvenes a "conquistar la convivencia", y con más continente que contenido, se inicia con un aluvión de anuncios, trípticos, cartas y cuestionarios, con un gasto de 30 millones de pesetas. Es decir, mucha hojarasca, porque las encuestas y resultados de los posteriores debates, en los 700 centros educativos de la región, en los que por cierto sólo participaron el 20% de los padres (recordemos que de los 40.000 convocados solo acudieron 197), fueron procesados por un equipo de sociólogos de la Uex y publicados en un libro El Botellón: un conflicto postmoderno . La Camapaña Futuro carecía de futuro, porque no pasó de la palabrería grandilocuente a que nos tienen acostumbrados. Estudio sociológico, jornadas, foros (Foro Jóvenes y Futuro, del que surge la idea Espacios para la creación joven ), para concluir publicitando que se trataba de un estudio pionero, único en España , uniéndose la investigación y la participación de los protagonistas: profesionales jóvenes y familias afectadas.

A la monserga oficial se unió, cómo no, el consejero de Cultura, para aportar también su ocurrencia particular: prohibir por ley el consumo de alcohol a menores y "Establecer programas de servicios sociales para los infractores". O sea, mucho palo y poca zanahoria, acudiendo al recurso de la prohibición y descartando el de la educación. Imponer la ley seca no es precisamente un acto de modernidad.

Curiosamente, sólo dos meses después, la Junta presenta el programa Prevenir para Vivir con el objetivo de reducir el consumo de alcohol, tabaco y de las drogas y de retrasar el comienzo del consumo de estas sustancias... ¡Lo mismo, pero con distinto nombre! Sin embargo, en la misma comparecencia, el responsable de la Consejería de Sanidad subrayó que el "modelo antiguo" de prevenir mediante acciones como la celebración de charlas con los alumnos "no funciona" y que era preciso adoptar nuevos métodos. ¿Nuevos métodos o nuevo talante?

Ante este cúmulo de despropósitos, con los resultados hechos públicos y constatado el fracaso de la Junta de Extremadura en materia de prevención del consumo abusivo de bebidas alcohólicas, nos preguntamos cómo se articula, cómo se materializa la preocupación de la Junta por los jóvenes extremeños. Como expresaba Manuel Pacheco, "para curar el cáncer no sirven las libélulas".

**Diputado. Secretario general del Partido Popular